Ángela Sánchez, de 22 años, se olvidó por una noche que tenía casa. Dejó la comodidad de su cama para irse a dormir con sus amigas al Parque Central.
Eran las 18:00 horas cuando un grupo de jóvenes con playeras y gorras blancas empezaron a llenar la Plaza de la Constitución en la zona 1. Llevaban sleeping bags, frazadas y gorros porque esa noche se disponían a dormir a la intemperie al igual que miles de familias pobres lo hacen en Guatemala.
La iniciativa forma parte del proyecto que viajó desde Chile para Guatemala. Su nombre es Un Techo para mi País Guatemala y está presente en 14 países de Latinoamérica.
En agosto de 2007 un grupo de voluntarios vino a fundar el proyecto que trata de la construcción de casas en áreas rurales.
En 2 años han logrado edificar 99 viviendas y unir a más de 600 jóvenes que, sin importar la carrera que estudien, toman el martillo entre sus manos y se dedican a clavar tabla por tabla las paredes de una casa.
Agustín Wolff, representante de Un Techo para mi País Guatemala, comenta que la iniciativa pretende acercar a los jóvenes con las realidad que está fuera de la ciudad.
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